febrero 22, 2010

Contaminado, 90 por ciento de ríos en el DF


Noventa por ciento de los 40 ríos que abastecen la cuenca hidrológica de la Ciudad de México han sido entubados porque se han convertido en drenajes de aguas negras que desembocan en su mayoría en el Gran Canal del Desagüe; “el único que ha conservado su condición natural y que cuenta con un plan de preservación, es el río Magdalena”, aseguró Martha Delgado, secretaria del Medio Ambiente del Distrito Federal.

De acuerdo con la funcionaria capitalina, el principal problema se debe a la falta de un doble drenaje, “como sucede en casi todas las ciudades de América Latina; hacen falta dos drenajes, uno para fines domésticos, que ayude a disminuir la contaminación en ríos, y otro para arrojar los residuos industriales” aseguró.

En tanto, José Luis Hernández Dehesa, director del Atlas de Peligros y Riesgos de la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal, comentó que es posible planear la construcción de un tubo paralelo al sistema de drenaje que pueda separar las aguas negras de los ríos. “En el país se cuenta con un nivel de ingeniería hidráulica de primer nivel capaz de llevar a cabo una obra bien desarrollada de doble drenaje, el problema es que no se tiene el presupuesto para hacerlo”, precisó.

Hernández consideró que para evitar que los ríos se sigan desbordando a causa de las lluvias, lo mejor es entubarlos y poner en marcha sistemas de canalización, tratamiento y desalojo. “Dado que la mayoría de los ríos están contaminados, urge el entubamiento de los que aún se encuentran a la intemperie, para evitar desbordamientos y que se sigan generando más desechos y basura”, agregó.

Sin embargo, sostuvo que el proceso para entubar un río es complicado. “El tiempo que lleva construirlo es aproximadamente de un kilómetro por mes, generalmente se entuban a la altura del río, pero cuando se requiere excavar un túnel para bajar su nivel, como el que se planea en el río de La Compañía en Valle de Chalco, donde además se tienen problemas de hundimiento y se han tenido que elevar los bordos para incrementar su cauce y mitigar el efecto del asentamiento que hay en esa zona, implica más tiempo y mayor inversión”, aseguró.

De los 18 arroyos que fluyen en la Ciudad de México, sólo los ríos Churubusco, Consulado, de La Piedad y parte del de Los Remedios, convertidos en importantes circuitos y avenidas que recorren cerca de 83 kilómetros, se encuentran entubados bajo la ciudad; el resto tiene todavía pequeños tramos de corriente superficial que están expuestos a los altos índices de contaminación.

El entubamiento de los ríos de la ciudad se realizó a partir de los años 40 para evitar problemas de inundaciones y aprovechar la explotación de los recursos hídricos de la ciudad, además se buscaba impedir que los afluentes se usaran como tiraderos de basura, problema al que recientemente se enfrenta la mayoría de los arroyos del Distrito Federal.

“Procesar aguas residuales”
Hernández comentó que el principal problema de contaminación en los ríos se debe a los residuos que vierte una gran cantidad de industrias, “la explotación de los recursos hídricos con propósitos de consumo humano e industrial contaminan los ríos, por ello es importante que se logre que todas las industrias tengan sus propios procesos de aguas residuales”, precisó.

A través del Gobierno del Distrito Federal y del Sistema de Riesgos de la Ciudad de México, se trabaja en la creación de un mapa de industrias riesgosas, una base de datos que permitirá saber la cantidad de fábricas asentadas en la ciudad y cuántas de ellas deben tener sus propias plantas de tratamiento de agua.

“El mapa de riesgos brindará información necesaria para que las autoridades tomen decisiones sobre los riesgos sanitarios, la protección de la atmósfera y los aspectos hidrológicos de la ciudad”, afirmó.

El funcionario local garantizó que con este sistema se tendrá relación con todas las delegaciones para que ellas, a su vez, proporcionen información precisa y certera de las industrias contaminantes en cada demarcación, y que esto contribuya a disminuir la contaminación de los ríos en la capital.

México/Nancy Zamora

Publicada en Milenio Diario

Gastan 50 mdp al año en rescate del río Magdalena

Cada año se invierten al menos 50 millones de pesos en el programa plan maestro de rescate del río Magdalena, a fin de preservar los servicios ambientales, ecoturísticos y garantizar el abastecimiento de agua y la sustentabilidad del afluente que cuenta con una extensión aproximada de 20 kilómetros, informó Marta Delgado, secretaria del Medio Ambiente del DF.

Creado en 2008 por el Programa Universitario de Estudios de la Ciudad de México de la UNAM y la Universidad Autónoma Metropolitana, y con el apoyo de la Secretaría del Medio Ambiente local, el plan de rescate “es un ambicioso proyecto que incluye acciones de saneamiento hidrológico y restauración de los ríos Magdalena y Eslava, este último desviado hacia el primero, y cuya cuenca es de las más extensas”, afirmó.

Únicamente se aprovecha 20 por ciento del agua del arroyo, el resto se contamina con la descarga de aguas negras y basura, y termina en el drenaje de la ciudad. Con este proyecto, que forma parte de una iniciativa del Plan Verde de la Ciudad de México del gobierno de Marcelo Ebrard, se calcula que podrán aprovecharse al menos cinco metros cúbicos del agua del río.

La funcionaria capitalina comentó que el plan tiene un enfoque comunitario y tomará por lo menos diez años recuperar el río Magdalena. “Existe gran voluntad por parte del gobierno y de todos los actores que integran este proyecto para reencaminar los ríos de la ciudad hacia la sustentabilidad, sin importar el tiempo que se tenga que invertir”, dijo.

De acuerdo con Delgado, en la zona urbana que abarca prácticamente la mitad de la extensión del río, el deterioro es mayor porque se utiliza como drenaje. “Cada tramo tiene necesidades distintas, algunas partes del río requieren conservación, otras control de descargas de aguas residuales, asentamientos irregulares, diseño urbano y paisajístico; también de mobiliario urbano para contar con bancas y actividades recreativas”, expresó.

Las principales fases del programa son el manejo forestal de la cuenca alta, el saneamiento del cauce principal, la solución hidráulica para impedir que las descargas de las casas y del drenaje se vayan a los ríos y hacer que se dirijan a una planta de tratamiento, detener el crecimiento de la mancha urbana, implantar medidas de vigilancia para evitar la tala, mejorar el paisaje urbano, y crear espacios públicos que involucren a la población local.

Delgado sostuvo que el proyecto tiene una visión integral de restauración y conservación de los territorios urbanos y rurales del río Magdalena pero, principalmente, dijo, “es la voluntad de encaminar a la ciudad que queremos y esto nos va a demostrar que así como podemos deteriorar el aire, el agua y los suelos también podemos rescatar lo que ya hemos perdido”, agregó.

El río Magdalena nace en el cerro La Palma, en Magdalena Contreras, y desemboca en el drenaje de Coyoacán, es el último río vivo y natural que queda en la Ciudad de México, y también el único que cuenta con un plan de preservación para el aprovechamiento del agua de lluvia, la conservación de las aguas subterráneas y el tratamiento de agua residual.

Baja por el Parque Nacional de los Dinamos y entra con cauce abierto a la ciudad, a través de diversas colonias en la delegación Magdalena Contrera.

Atraviesa el Periférico hasta llegar a la presa Anzaldo, de ahí, gran parte del caudal se va al Interceptor Poniente y otra continúa su curso; en un tramo completamente entubado por avenida Río Magdalena, que atraviesa Revolución e Insurgentes.

Sigue entubado por Chimalistac, y a la altura del templo de Panzacola, en Coyoacán recupera el cauce abierto, el cual pasa por los viveros; más adelante se encuentra con río Mixcoac y ambos forman el río Churubusco, donde se vuelve a entubar.

- Claves

Van al drenaje

• Noventa por ciento de los 40 ríos del Distrito Federal han sido entubados porque se han convertido en drenajes que desembocan en el Canal del Desagüe; el único que ha conservado su condición natural es el río Magdalena.

• De acuerdo con el GDF, el principal problema es la falta de doble drenaje, “como sucede en casi todas las ciudades de América Latina: uno para fines domésticos y otro para arrojar los residuos industriales”.

México • Nancy Zamora

Publicado en Milenio Diario

Prometer no empobrece

Prometer no empobrece. Esa es la estrategia que siguen los políticos, aprendida y pulida en 70 años de priato, cuando la figura del Presidente aun tenía peso, por el motivo que fuera pero tenía peso. Presidencialismo puro, donde declarar era más importante que actuar. Por fortuna esto terminó en el 2000, con la cada vez más dudosa alternancia política. Lo malo es que fue con Fox. Su gobierno Montessori (porque cada quien hacía lo que quería), terminó con el respeto que se le tenía al emblema presidencial.

Calderón se ha dado a la tarea de recuperar la fuerza de la palabra, pero de qué manera. Tan sólo en los meses recientes podemos recordar declaraciones que repiten que vamos ganando la guerra contra el narco, que ya salimos de la crisis, que vamos por buen camino.

Las secretarías y dependencias federales se alinean con Calderón en una lógica de que cambiando la percepción ciudadana las cosas mejorarán. Entonces nos bombardean con spots tan alejados de la realidad que la teoría de la aguja hipodérmica se hace añicos.

Según un estudio de Fundar, con cifras de la Secretaría de Hacienda, de 2006 a 2009 el gasto en comunicación social de secretarías y dependencias públicas, incluida la PGR, incrementó 42%, gastándose hasta 173 millones de pesos en la campaña del tesorito abajo del mar, que para lo único que sirvió fue para sacar una reforma de Pemex mojigata.

Además, desde 2006, año con año, el gobierno federal ha gastado más de lo presupuestado en comunicación social y publicidad, ejerciendo en 2008 247% más de lo estimado.

Este gobierno ha dejado de comunicar lo que a la sociedad le interesa, y usa esos espacios para marketing político. Habrá que decirles que la mejor propaganda son los hechos.