junio 06, 2009

El narcotráfico, un problema mundial (Parte 1 de 2)

Entrevista al general Henry Medina Uribe
Por: Genaro Rodríguez Navarrete*


Las fuerzas militares deben estar donde la sociedad pida que estén
Nosotros no somos importantes para la tierra; la tierra es importante para nosotros
Debemos ser dueños de nuestro propio futuro.

Foto: Ceremonia oficial de desmovilización del grupo paramilitar colombiano Bloque Cacique Nutibara, Medellín,

25 de noviembre de 2003. AP/Ricardo Mazalan


Cuando una sociedad ve a sus fuerzas militares como una amenaza, o está equivocada la sociedad o están equivocadas las fuerzas militares”, sostuvo el General en retiro del Ejército de Colombia, Henry Medina Uribe.

En entrevista explicó que a su país no se le puede inscribir en la categoría de Estado fallido, en vista de que su gobierno goza de un alto índice de legitimidad y ha dado pasos firmes en el combate a la pobreza. Además, y sin pasar por alto los enormes desafíos que han tenido que sortear en las últimas décadas, estimó que actualmente ni el narcotráfico ni los grupos paramilitares o la guerrilla representan un verdadero peligro para el Estado.

El Mayor General Medina Uribe es economista por la Atlantic University, con maestría en Gerencia de empresas por el Instituto de Empresas de Madrid y por el Florida Institute of Technology. Entre otros cargos, se ha desempeñado como Secretario general del Ministerio de Defensa de Colombia, Director de la Escuela Superior de Guerra y agregado de Defensa en la Embajada de Colombia en Canadá. Actualmente es director de la Asociación de Ex alumnos Diplomados de los Cursos de Altos Estudios Militares y del Curso Integral sobre Defensa Nacional (ASOCACI).

¿Qué implicaciones tienen los conceptos de seguridad y defensa?

Son dos conceptos diferentes. Para mí la seguridad en un bien público. La seguridad es un elemento indispensable en toda sociedad que busca precisamente la convivencia entre los miembros de la misma. Que busca en definitiva incrementar su nivel de vida. Mientras que la defensa es un instrumento de la seguridad. La defensa la constituyen todas las estructuras, pensamientos, doctrinas, que se organizan para proteger ese bien público que llamamos seguridad. De manera que la seguridad tiene mucho que ver con la parte de previsión, estructura y organización. Y la defensa con la acción de proteger a la sociedad.

¿Cuáles son los retos ante los grupos armados ilegales?

El concepto de “grupos armados ilegales” es un concepto, desde la realidad de Colombia, más amplio que incluye a la guerrilla, los grupos paramilitares, los narcotraficantes y lo que llamamos la “guerrilla común organizada”. Todos ellos tratan de subvertir el orden público, tratan de afectar la convivencia ciudadana y disminuyen la calidad de vida de los colombianos.

¿Cuál es el balance después de 50 años?

La guerrilla nació en la década de los 60´s, en el año 1965, nació en el campo, era un movimiento de campesinos y fue creciendo hasta que llegamos al final de siglo con una guerrilla muy fuerte que amenazaba la estabilidad del Estado. Pero de ahí en adelante inició una etapa de descenso al grado que hoy en día está muy debilitada. No eliminada, pero sí muy debilitada. De manera que nosotros creemos que estamos muy cerca del fin, de llegar al momento de una negociación en la que la guerrilla entienda que su mejor negocio es obedecer las normas del Estado y vivir en sana convivencia con el resto de los colombianos. Cuando logremos convencerlos que lo mejor es la negociación habremos superado ésta amenaza y tendremos un mejor país.


¿Qué opinión tiene sobre los vínculos de la guerrilla con el narcotráfico y el terrorismo?

Desde su génesis y dentro de su doctrina, la guerrilla ha entendido que todas las formas de lucha son válidas para lograr sus propósitos. Por ello, la posibilidad del narcotráfico para poder financiar la guerra, que es una actividad muy costosa. Por lo que utilizan el narcotráfico como una herramienta. Pero como era previsible en un proceso analítico serio, esto que para ellos era una herramienta se fue convirtiendo en un fin.

Entonces, sus objetivos políticos, las ideas de buscar unas estructuras más equilibradas dentro del Estado, perdieron vigencia. Se convirtieron simplemente en narcotraficantes buscando el lucro, buscando un fin económico. Luego viene el tema del terrorismo, que es otra forma de lucha. El terrorismo es una herramienta que busca impactar en la población. En el caso colombiano, la guerrilla no llega ni al 2 por ciento del respaldo de la opinión pública. Entonces, la forma en que impacta y se dan a conocer es a través de actos terroristas que obviamente causan temor, pero también causan el rechazo de toda la sociedad. Es decir, están en un proceso sin ninguna opción ni posibilidad de éxito en sus propósitos.

¿También está el asunto de los secuestros?

Esa es otra herramienta dentro de su filosofía para intimidar y para obtener financiación. Pero fundamentalmente es la intimidación, el caos, la anarquía, sobre el principio de destruir todo lo existente para crear lo nuevo de la nada. Ese es un proceso que esperamos que ellos, en un momento de brillantez, revalúen porque representan una figura delincuencial que tiene el rechazo del mundo entero.

¿Cómo están trabajando las fuerzas militares para enfrentar a estos grupos?

Actualmente, hay una labor muy armónica entre las fuerzas de tierra, mar y aire, y la policía nacional. Hoy en día, todas las operaciones son el resultado de un esfuerzo conjunto donde todas las capacidades del Estado trabajan en una estrategia y logran los fines positivos que estamos alcanzando.

¿Cómo se ha actuado frente a los grupos paramilitares?

Los paramilitares son una organización delictiva que nace de un concepto válido a través de la historia de la humanidad: el de protegerse a sí mismo. Pero también como suele suceder, y la historia tiene sobrados ejemplos, estas organizaciones al margen del monopolio de la fuerza del Estado, se fueron desvirtuando de su origen y se corrieron hacia el narcotráfico. Se convirtieron en una organización de derecha que creció rápidamente.

Nacieron 15 años después de la guerrilla; pero a comienzos del siglo había ya casi un equilibrio de fuerzas. Pero en un momento dado entendieron el error y gracias a un proceso liderado por el gobierno, dejaron las armas. Sin embargo, algunos paramilitares no aceptaron las órdenes de sus jefaturas nacionales por lo que siguen con la tarea delincuencia. Hoy, básicamente los paramilitares desaparecen, aunque persisten amenazas que no obedecen a una concepción nacional, ni a una filosofía ni ideología, sino que son simplemente delincuentes comunes que pescan en río revuelto para obtener beneficios y que causan inseguridad en el país.

¿Los paramilitares siguen representado una amenaza para la seguridad?

La amenaza es de estos grupos emergentes; pero ninguno, hoy el país no tiene ningún grupo ni subversivo ni paramilitar ni de ningún orden que sea una real amenaza para el Estado. Pero si son una amenaza para la convivencia de todos los colombianos.

En un breve balance, ¿cómo van las fuerzas armadas en las tareas de combate al narcotráfico?

Las fuerzas militares son unas fuerzas militares victoriosas. Estamos en todos los órdenes y en todas las actividades ganando espacios para beneficio de la sociedad, del país y de los países vecinos; porque necesariamente los países vecinos se ven afectados por lo que pase aquí, así como nosotros nos vemos afectados por lo que pase allá. Estamos en una situación positiva y optimista, seguros de que vamos a salir de esta encrucijada.

¿Qué función deben desempeñar los países altamente consumidores de drogas?

Al respecto, habría que hablar del principio de corresponsabilidad. El narcotráfico no es problema colombiano, es un problema de toda la especie humana. Los colombianos somos a la vez victimarios y víctimas; víctimas del narcotráfico que es un problema mundial. Por lo tanto, la solución no solamente será el resultado de una estrategia colombiana, el triunfo contra el narcotráfico tiene que ser el fruto de una estrategia internacional, de la humanidad, de todos los gobiernos, tienen que adoptarse medidas a nivel global.

¿Descarta que Colombia se inscriba en la lista de Estados fallidos?

Nosotros estuvimos en una situación difícil a finales del siglo pasado, pero en ningún momento estuvimos dentro de los puntos que caracterizan a un Estado fallido. Estuvimos en una situación difícil que la hemos superado. Hoy Bogotá es la tercera ciudad más segura en Latinoamérica, cuando registramos 87 homicidios por 100 mil habitantes, hoy estamos en 17.5. Algo para mostrar frente a muchas ciudades grandes del mundo desarrollado.


Genaro Rodríguez Navarrete: Es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde cursó la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública (con especialidad en Ciencia Política). Estudió la Maestría en Periodismo Político (Primera Generación) en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García (EPCSG). Ha sido funcionario público, consultor privado y profesor de diversas materias. Ha publicado, entre otros medios, en etcétera, El Nacional (fuera de circulación) e Impacto..