Las buenas expectativas económicas que el gobierno de México presume parecen ser respaldadas por el Fondo Monetario Internacional, quien en vos de su director general, Strauss-Kahn, sostuvo que América Latina manejó bien la crisis y retomó la senda del crecimiento en medio de la recuperación mundial.
“Aquí, la recuperación es mucho más sólida, producto de una demanda interna vigorosa y del repunte del comercio internacional” afirmó Strauss. Pero advirtió que el crecimiento debe beneficiar a la mayoría, no solo a unos pocos, pues mediante un pujante crecimiento económico se podrán mejorar las condiciones de vida para todos.
Desde esta perspectiva deberá leerse la recuperación de la economía mexicana que según se muestra con los resultados de los principales indicadores de producción, exportaciones, demanda interna y empleo del primer trimestre de 2010.
Primero, no hay que perder de vista que el PIB durante 2009 sufrió una caída de 6.6%, mientras que el propio FMI prevé que la recuperación que tendrá México en este año será de 4%, por lo que por lo menos en este 2010 no se recuperará lo perdido.
Luego, de lo recuperado hay que analizar hacia dónde se están canalizando los recursos.
El reporte trimestral de la Secretaría de Hacienda da cuenta que de enero a marzo de 2010 el IMSS, institución dedicada a la seguridad social de los trabajadores, recibió 2.7% menos recursos que en el mismo periodo de 2009. Y no sólo eso, sino que gastó 6.2% más en el pago de pensiones y jubilaciones. De hecho, en este rubro de pensiones y jubilaciones, el gobierno federal gastó 14.5% más que en 2009.
El gasto corriente sigue aumentando.
De los 536 mil 556 millones de pesos del Gasto Programable Presupuestario del gobierno, en el primer trimestre de 2010 el 80.4% se usó sólo en gasto corriente. Esto es un incremento del 0.7% respecto a lo gastado en el mismo periodo del año anterior.
Y a pesar de las buenas expectativas, el desempleo incrementa.
Podrá sonar impresionante que “al 31 de marzo de 2010 el número de afiliados al IMSS ascendió a 14 millones 170 mil personas, nivel que implicó un crecimiento de 289 mil 903 plazas (2.1 por ciento)”, pero el mismo informe trimestral indica que en el periodo enero-marzo de este año la tasa de desocupación fue de 5.37% de la Población Económicamente Activa (PEA), esto es 5.02% más que lo reportado en el mismo periodo de 2009. Es decir que hoy hay más personas desempleadas que a inicios de la crisis económica mundial.
Según el INEGI, uno de cada diez mexicanos en posibilidades de trabajar (11.77% de la PEA) no lo hace o trabajó menos de 15 horas a la semana (Tasa de Ocupación Parcial y Desocupación). Otro mexicano (12.18% de la PEA) es explotado, esto es: no laboran jornadas completas, trabajan las jornadas pero ganan menos de un salario mínimo o ganan lo de un salario mínimo pero trabajando más de 48 horas a la semana (Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación). Y según el estudio del Tecnológico de Monterrey llamado Competitividad de los Estados Mexicanos 2010, tres de cada 10 mexicanos (28% de los trabajadores) están en el comercio informal.
Es decir, cinco de cada 10 mexicanos en posibilidades de trabajar no lo hacen, son explotados o trabajan en el comercio informal.
México puede estar en una espiral de recuperación económica, como afirma el gobierno, pero el uso de los recursos y la calidad de los empleos, que es lo que a los ciudadanos de a pie nos importa, y donde realmente sentimos la economía, no se ve que mejore.