noviembre 30, 2009

¿Cómo entrarle al tema de Juanito? Sin duda es un absurdo, uno que muchos consideran que no merece más de dos líneas. Yo discrepo, hay que seguirlo con atención, no por Rafael Acosta mismo, sino por todo lo que hay alrededor.


Escucho a Clara Brugada pidiendo que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal destituya a Rafael Acosta como jefe delegacional de Iztapalapa, y sus argumentos son tan esotéricos como que Juanito es manipulado por fuerzas oscuras, o tan graves como que está afectado de sus facultades mentas y que sus aliados son el PAN y el PRI, que no pueden ser dichas sin pruebas en mano.



El perredismo más demagógico exige la permanencia de Brugada, pues Juanito traicionó la voluntad ciudadana. Ahora tendremos que estar atentos a ver qué es lo qué pasa, qué ley se hace respetar, la de un “gobierno legítimo” que realiza sus votaciones a mano alzada en reuniones donde no son la mayoría de los votantes en Iztapalapa, o la de la ley con la que fue elegido el delegado en cada una de las otras 15 delegaciones y que organiza el Instituto Electoral del Distrito Federal.



Juanito dio, casi sin querer ni darse cuenta, la patada en el trasero que muchos quisiéramos darle al sistema político. Lo utilizaron vilmente, y él se las regresó. Nadie, por vía de la legalidad, podrá sacarlo de la jefatura delegacional, simplemente por un hecho concreto: su nombre estaba en las boletas electorales, y sin lugar a dudas la mayoría de los iztapalapences votaron por él. Nadie nunca podrá decir cuántos realmente votaron por la perredista, y cuantos por Juanito, pero en las actas está escrito Rafael Acosta.

noviembre 25, 2009

La ruta natural

Secuestro de periodistas


María Esther Aguilar Cansimbe, reportera de la fuente policiaca de El Diario de Zamora y corresponsal del periódico Cambio de Michoacán en esa ciudad, está desaparecida desde el 11 de noviembre, y la última mención que se hace de ella es del 22 de noviembre, en El Quijote, editorial del diario Cambio de Michoacán. En el texto, el periódico "...condena y lamenta el secuestro de nuestra corresponsal en Zamora", y líneas más abajo, le atribuye al miedo y a los poderes fácticos la vulnerabilidad de quienes ejercen la profesión periodística.

Se queda corto El Quijote al incluir los poderes fácticos y el miedo como obstáculos para difundir información y hacer periodismo.

Es un hecho el carpetazo y el olvido. Es un hecho también la escasa actuación de las autoridades. Lo es también su insuficiencia y la poca o nula efectividad que demuestran. Es un hecho también el miedo a denunciar, y la mirada distraída de las instituciones encargadas de la procuración de justicia. Es un hecho la corrupción. Es una realidad el secuestro, el asesinato, la censura y el acoso a hombres y mujeres periodistas. El narcotráfico y los intereses políticos y comerciales también son una realidad.

El estado no ha cumplido con su obligación de promover, garantizar y proteger el derecho de la libertad de expresión y de información. El estado ha fallado también en garantizar la seguridad y la integridad de las personas.

El caso de María Esther Aguilar no es el primero, ni será el último. Hace 4 días, José Antonio García Apac, periodista y director del semanario "Eco de la Cuenca de Tepalcatepec", cumplió 1095 días de desaparecido, es decir, 3 años. Para quien realice una búsqueda en google, se encontrará con una nota de hace un par de días, en donde sólo se menciona el estado "estancado" de la investigación. Lúgubre y triste regalo de aniversario.

El desenlace es predecible: las notas, artículos y editoriales que hablen sobre la desaparición de una reportera Michoacana disminuirán poco a poco... La PGJ de Michoacán alargará el proceso, y con un poco de suerte no lo declarará improcedente y lo remitirá a la PGR, quien determinará la "reserva" del caso, algo así como un carpetazo (Artículo 131 del Código Federal de Procedimientos Penales)... y dentro de 1095 días, o cuando desaparezca otro periodista, las notas retomarán su caso.

El Quijote olvidó mencionar la responsabilidad de los lideres de opinión y los medios de comunicación. El sicario o el secuestrador arrebatan la vida y/o la libertad. Los medios y sus líderes de opinion, por omisión, arrebatan la posibilidad de recuperar la vida y/o la libertad. Los medios, que sólo pueden denunciar, pues no pueden hacer justicia por propia mano, se han mostrado parcos e incluso... tibios.


noviembre 21, 2009

Revolución

El cambio debe ser pacífico, pero con la fuerza de una Revolución. Esta idea podría ser el estandarte de cualquier líder de la oposición; la espina dorsal del manifiesto de un movimiento artístico-cultural comprometido con mejorar las cosas en México; la promesa de campaña de un emergente Partido Ciudadano, destinado a terminar con la partidocracia, a sacar del Poder Legislativo a toda esa escoria política tan malquerida, “curuleros”. Pero no es así.



La idea no es mala. Carajo, llevamos 200 años como nación independiente y aun seguimos pensando en un movimiento armado. En el Siglo XXI los países desarrollados son los que generan conocimiento, pongamos a trabajar a nuestro cerebro.



La idea no es mala pero las palabras textuales fueron: “Se requieren cambios, cambios pacíficos, sí, pero cambios tan profundos, que tengan la intensidad misma de una Revolución”. ¿A qué suena? Sí, a discurso político. Es decir, a palabra hueca. Están tan alejados de nosotros que no saben cómo transmitirnos un mensaje. Dan hueva.



La idea no es mala, pero en boca de los políticos las ideas se pudren. Y más si, como en este caso, lo dice el presidente Calderón. Está admitiendo que a tres años de su gobierno no se han realizado los cambios que requiere el país. ¿Y acaso le da miedo una insurrección violenta y por eso pide que un movimiento pacífico? ¿Y qué, él encabezará ese cambio? ¿Es es una revolución?



Carajo, dónde terminaremos si seguimos permitiendo que los mismo de siempre nos continúen vendiendo espejismos. Sólo porque en su discurso gritó y habló airadamente, eso no significa nada. Querémos acciones, resultados, valor. Si vemos que el cambio que promete es real, seguro lo apoyaremos, pero Calderón, Obrdor, Martín Esparza, Noroña, Elba Ester y los que quieras, son la misma escoria que en 200 años no nos han dado resultado.

Es necesario un cambio, pacífico, pero con la fuerza de una Revolución.

noviembre 11, 2009

"Prensa vendida, ojetes, lárguense... no los queremos aquí"




Al principio, el contingente del Sindicato Mexicano de Electricistas, de unas 200 personas, permanecía frente a las antiguas oficinas de Luz y Fuerza del Centro, sin obstruir la circulación . Sólo se apostaban con pancartas, estandartes, y cartulinas con consignas durante los semáforos en rojo. Así permanecieron unos minutos. Llegó Porfirio Muñoz Ledo y la concentración aumentó. Llegaron simpatizantes por Antonio Caso, por Ejército Nacional y por el Circuito Interior. Para ese momento, los manifestantes ya habían bloqueado todo el perímetro.

El mayor contingente bajó del puente que conecta Antonio Caso con Marina Nacional, cerca del Hotel del prado. Eran cerca de 500 integrantes del SME. Hicieron alto a no más de 10 metros de un grupo de reporteros, ocupando toda la calle. Había un par de camionetas de TV Azteca, dos camarógrafos y yo.

El contingente empezó a gritar consignas en contra de los medios de información, se acercaron a nosotros, que estábamos a escasos 3 metros de las camionetas que más tarde acabarían grafiteadas y con equipo dañado; y a otros 3 metros de otro grupo de reporteros. Se acercaron, gritándonos. Alguien me empujó y me quito la libreta en donde preparaba la nota, intentó quitarme la grabadora y el celular y se cortó la comunicación con la redacción. La persona que me quito la libreta, también se llevó la grabadora. Dijo que me despidiera de ellas, no opuse resistencia. A los camarógrafos también los agredieron.

Un integrante del grupo del SME les dijo a gritos a sus compañeros que se calmaran, que ya no agredieran a los reporteros (a nosotros). Poco rato después me enteré que si se calmaron con nosotros, para ir sobre las camionetas y los motociclistas. Lo demás, lo transmitió la televisora afectada.

Antes de que el contingente avanzara de nuevo, un muchacho de unos 20 años que iba en la marcha se me acercó y me preguntó si estaba bien. Él acompañaba al hombre de suéter verde y pelo cano que comenzó la provocación. Le pedí al muchacho que fuera con aquella persona y que me regresara mis pertenencias. Bajó la mirada y me dijo que no podía hacer nada, que lo iban a regañar.

El hombre alcanzó a escucharnos, volteó, y repitió las mismas consignas de esos minutos de tensión.. "Prensa vendida, ojetes, mentirosos, no los queremos aquí, larguense".

noviembre 02, 2009

Disponible, sólo 3.9 por ciento de las 2 millones de fosas

Cementerios del DF, al tope

En poco tiempo se acabarán los espacios en los 105 panteones de la Ciudad de México, según estadísticas de la Consejería Jurídica de Servicios Legales. La tendencia es realizar más cremaciones, revela.
    De las 2 millones 100 mil fosas existentes en los cementerios del DF, sólo 3.9 por ciento está disponible; 77 mil 902 corresponden a panteones oficiales y 5 mil 38 a los concesionados, según estadísticas de la Consejería Jurídica de Servicios Legales de la Ciudad de México.

Si se considera el acelerado crecimiento urbano y demográfico del Distrito Federal, de los casi 9 millones de habitantes, sólo 1 por ciento podrá disponer de las fosas; de continuar así, “en poco tiempo se acabarán los espacios para inhumar, por lo que urge la regulación de fosas”, aseguró Andrés Burzaco, director de la Asociación Necrológica Mexicana (Anemex).

Cifras de la Consejería Jurídica revelan que la cantidad de cremaciones aumentó este año, al realizarse cerca de 16 mil; en cambio, las inhumaciones bajaron 6 por ciento, comparado con 2008.

Burzaco comentó que la tendencia será realizar más cremaciones que inhumaciones; “esto contribuirá con la disminución del problema de la falta de espacio en los panteones”.

La Ciudad de México cuenta con 119 panteones, 105 públicos y 14 concesionados. Los primeros están divididos en las siguientes categorías: 18 delegacionales, 84 vecinales, tres civiles generales y dos históricos convertidos en museos. “De todos los cementerios civiles y concesionados en el Distrito Federal, más de 50 por ciento está saturado”, detalló el director de Anemex.

Iztapalapa, Xochimilco y Tláhuac son las delegaciones que cuentan con el mayor número de fosas disponibles; en cambio, Venustiano Carranza, Iztacalco y Benito Juárez presentan una situación crítica, ya que al haber sólo un panteón en cada demarcación, la mayoría de las fosas están ocupadas.

Los retos que enfrenta el GDF en materia de cementerios no sólo tienen que ver con el sobrecupo, persiste también la falta de claridad en la reglamentación, además de una iniciativa que regule la contaminación en los cementerios causada por los visitantes y por el proceso de descomposición natural de los cadáveres.

Servicios funerarios gratuitos
La iniciativa de ley de cementerios y servicios establece en su artículo 50 que el gobierno local se encargará de proporcionar el servicio mortuorio gratuito, a través de la Consejería Jurídica de Servicios Legales de la Ciudad de México y las 16 delegaciones, a las personas indigentes, desconocidas y de escasos recursos, previo a un estudio socioeconómico que se realice para tal efecto. Este servicio comprende la entrega gratuita de un ataúd, el traslado del cadáver en un vehículo apropiado, además de una fosa sin costo bajo el régimen de temporalidad mínima.

Los históricos
Miguel Hidalgo es la única delegación que cuenta con una jefatura de departamentos de panteones, en esta demarcación se encuentra el cementerio más grande de la Ciudad de México, el Panteón Dolores.

Existen dos panteones históricos convertidos en museo, el de San Fernando y el del Tepeyac, donde se encuentran los restos de personajes como Benito Juárez y Antonio López de Santa Ana, entre otros.

Las delegaciones tienen la facultad de administrar y supervisar los espacios de un panteón, y proveer la seguridad y el mantenimiento.

México/Nancy Zamora 
Nota publicada el 2 de noviembre de 2009 en Milenio Diario