septiembre 30, 2010

Homenaje póstumo al fundador del Ballet Folklórico de la UV


Por César Martínez Cisneros


El Ballet Folklórico de la Universidad Veracruzana y su homóloga de Colima brindaron, anoche, un homenaje póstumo al maestro Miguel Vélez Arceo, fundador de la primera, en el marco del Decimocuarto Festival Patria Grande.


Este año el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) dedicó el Festival, que ofrece lo mejor de la danza típica mexicana, in memóriam al maestro Vélez, quien falleció el 20 de junio pasado.


El mano a mano, como fue llamado el espectáculo, inició a las 18:30 horas en el Teatro Julio Castillo, donde primero el Ballet Folklórico de la Universidad de Colima presentó Perro de Fuego, Los Chinacos y Jaraberos de Nochistlán.


Luego de un intermedio, hizo su aparición la compañía de la Universidad Veracruzana (UV) con una variedad de danzas típicas y música de diversas regiones de ese Estado, aunque también de otros como Oaxaca, en el caso de La Bruja.


Finalmente, los bailarines de ambas universidades se mezclaron y danzaron juntos, hasta que un grupo de ellos formaron un círculo y alzaron manos y rostro hacia una fuente de luz.


Horacio Cantero Hernández, quien junto con Alberto García quedó al frente del Ballet Folklórico de la Universidad Veracruzana, explicó a REFORMA que esa luz representaba a Miguel Vélez, director vitalicio de la compañía.


Agregó que el rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, les dio toda la confianza para que sigan con el proyecto, por lo que el Ballet continuará adelante.


Por su parte, Rafael Zamarripa Castañeda, director general y coreógrafo del Ballet Folklórico de la Universidad de Colima, destacó la importancia que Miguel Vélez tuvo dentro de la arquitectura de la danza tradicional mexicana.


“Los tesoros que nos entregó el maestro Miguel Vélez van a permanecer con nosotros muchos años, y espero que a partir de esta fecha nos preocupemos de que sus sabiduría y sus experiencias se impriman, se queden perennes”, deseó.


El teatro, con capacidad para mil cinco personas, lució lleno hasta las 23:50 horas, cuando terminó el evento, mismo que Carmen Bojórquez Tapia, coordinadora Nacional de Danza del INBA, calificó de “maravilloso en todos los sentidos”.

septiembre 17, 2010

ORGULLO Y ABUCHEOS EN EL BICENTENARIO

Por César Martínez

Bajar las ideas de la cabeza al papel no es fácil, pues ello implica tomar una postura. Durante todo este año, y con más intensidad en los últimos meses, hemos escuchado o leído mucho sobre el bicentenario de México en los medios de comunicación. Los oficialistas diciendo por qué sí había que festejar. Los reventadores diciendo por qué no. Los más sensatos invitaban a la reflexión. Cada uno dice sus argumentos y parecen tener toda la razón. Por eso te pido que antes de continuar leyendo te detengas y tomes una postura seria y comprometida con lo que tú crees: conmemorar o no los doscientos años del inicio de la revolución independentista.

Es difícil tomar una postura al respecto. Hay dos muy sencillas: una es decir que no hay nada que celebrar, que los millones gastados en la fiesta del 15 de septiembre mejor se hubieran invertido en escuelas, hospitales; la otra es repetir que somos una nación grande e incluso que las festividades cubrieron las expectativas. Pero no se tiene por qué ser tan radical. En México parece que todo lo polarizamos: o estás conmigo o contra mí. No todo es así.

Yo sí creo que era necesario recordar que hace 200 años hubo un movimiento social armado que logró la independencia de lo que hoy es México. Importante recordar que otro movimiento social armado logró también cambiar las cosas hace un siglo. No olvidar que son los movimientos sociales los que pueden cambiar las cosas.

Era imprescindible el despilfarro porque además habría una cohesión de identidad nacional. Eso es lo importante. Si nuestros gustos, nuestra familia, las experiencias logradas durante la vida, si nuestra identidad como individuos nos definen frente a otras personas, la identidad nacional nos reafirma como país independiente. Y si no hay esa identidad (como de hecho se está perdiendo), México se vuelve más vulnerable frente a cualquier amenaza, externa o interna.

Pero el pueblo no es pendejo. El despilfarro caló sobre todo porque no cubrió las expectativas.

He leído columnas y escuchado a conductores de televisión que insisten en que los festejos fueron impresionantes, que fue un momento de unión nacional y de esperanza. He platicado con las personas de a pie e incluso estuve en la plancha del Zócalo, y me he dado cuenta que más allá de lo que diga la televisión no fue así.

Los espectáculos presentados frente a Palacio Nacional el 15 de septiembre fueron de muy baja calidad. Y la gente lo notó. No éramos expertos, no éramos críticos de ópera, pero sabemos identificar cuando nos quieren dar atole con el dedo.

Unos mariachis clown (así fueron presentados) quisieron entretener a las personas, pero recibieron un abucheo masivo. En el sonido pusieron el tema oficial del bicentenario, pero en el zócalo mejor entonamos, impresionante, el Cielito lindo. Nos querían poner a bailar el tema oficial, pero todos gritamos “fuera-fuera”. Se levantó al Coloso, y más abucheos multitudinarios. El clima era de fastidio, aburrimiento, decepción. Incluso surgió esporádicamente la propuesta cantada de “va-mo-nos al ángel, va-mo-nos al ángel”. Y mejor nos entretuvimos cantando y haciendo la “ola”. La llegada del primer carro alegórico y uno o dos shows (no más) apaciguaron un poco los enojos.

Cuando en las pantallas gigantes se transmitía a Calderón recibiendo la bandera para salir a dar el grito, hubo algunos abucheos y rechiflas, pero mucho menos de los que yo hubiera esperado. Y cuando salió al balcón hubo más aplauso y hurras que otra cosa. El presidente tocó la campana y dijo los nombres de los héroes nacionales. La gente respondió con enjundia en cada ¡viva! Y para México los vivas fueron aun más fuertes. La voz de un niño menor de 10 años me llegó y (sin ganas de ser cursi) me dio orgullo ser un mexicano que procura mejorar a su país.

Federico Reyes Heroles tenía razón, no hay que confundir a México con el gobierno. Son dos cosas distintas. Y el festejo del bicentenario de México fue un fiasco porque el gobierno tenía que organizarlo, no quería, no tenías ganas, pero tenía que hacer algo.

Nosotros no nos podemos quedar igual. Hay que festejar y conmemorar de alguna forma. La que queramos, pero hacerlo buscando la unidad ciudadana. Acaso la unidad nacional, si no ¿para qué somos un país?

septiembre 08, 2010

FESTIVAL PATRIA GRANDE – MIGUEL VÉLEZ ARCEO

Por César Martínez

Los mejores bailarines y las mejores compañías de danza folklórica en México se están presentando, a lo largo de este mes, en la edición XIV del Festival Patria Grande, organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que como cada año se presenta en el Centro Cultural del Bosque, en la capital del país, a espaldas del Auditorio Nacional.

Desde el 3 de septiembre y hasta el día 29 del mismo mes, los bailes típicos que distinguen con propia identidad a México frente a otras naciones, son representados con danzas estilizadas y coreografías modernas, pero respetando los ritos, vestimentas, objetos simbólicos y sobre todo ritmos y bailes de cada cultura del país.

De esta manera lo mismo se puede ver la sonorense danza del venado que un huapango veracruzano, o la sandunga de Oaxaca con una coreografía de la región.

Esta ocasión, además de enmarcarse en la conmemoración de los 200 años del inicio de la independencia, el Festival Patria Grande está dedicado in memóriam al maestro Miguel Vélez Arceo, fundador y director del Ballet Folklórico de la Universidad Veracruzana, una de las compañías más reconocidas de México, quien falleció el 20 de junio de este año.

El maestro Vélez, oriundo de Oaxaca, egresó de la primera generación de la Academia de la Danza Mexicana del INBA. Su actividad fue intensa, dirigió, por ejemplo, el Ballet del IMSS y creó el Ballet Costumbrista de Puebla, aunque fue en Veracruz donde sobresalió con diversas acciones, como la fundación del Departamento de Educación Estética para el estado y del Ballet Folklórico de la Universidad Veracruzana, además fue asesor del Taller de Reconstrucciones Etnográficas en la misma universidad, entre otras cosas.

Se destacó por ser un investigador de campo de la cultura mexicana, pues para montar sus coreografías él mismo recorría las regiones autóctonas, con lo cual procuraba mantener lo más puro posible la tradición popular.

La última presentación, según el programa del Festival Patria Grande, coincide con el que sería el natalicio número 82 de del maestro Vélez, un día antes, el 28 de septiembre, el Ballet Folklórico de la Universidad Veracruzana, del que fue director vitalicio, tendrá su participación en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque. Está presentado como un mano a mano con la Universidad de Colima, por lo que se espera un excelente y emotivo espectáculo.

El éxito que ha tenido el Festival Patria Grande ha llevado a que cada año más compañías se interesen en participar. En esta ocasión son 20, entre las que destaca la del Instituto Politécnico Nacional pues con su presencia se abren las puertas de su Centro Cultural Jaime Torres Bodet, mejor conocido como El Queso, y otro auditorio en la unidad del Casco de Santo Tomás, con lo que se puede llegar a un auditorio más amplio.