"Jaque mate" a la Cultura
Cuántas veces no hemos escuchado decir que la cultura es aburrida. Que no hay una adecuada difusión de la misma en los diarios mexicanos. Suficiente con echar un vistazo a las páginas de cualquier periódico y buscar entre ellas esta sección.
Sin mencionar el tipo de publicación, es probable que antes de llegar a la parte cultural (si es que se cuenta con ella), encontremos primero la sección de sociales, la chica del mes semidesnuda, la nota roja, el horóscopo zodiacal, o el informe perenne del poder fáctico de la política ejercida en México. ¿Y la cultura?
Difícilmente hallaremos un encabezado de esta sección en la portada de un diario, porque los contenidos culturales se han convertido en un “punto y aparte” para todos (lectores y medios). En la sección que pocos leen y cuyos temas carecen de importancia, comparados con otros en los que se habla de campañas electorales, crisis económica, manifestaciones multitudinarias, la eterna derrota de la selección mexicana de futbol, la captura de sicarios, entre otros.
Al parecer, la sección cultural en los periódicos de México no puede competir contra estos “solemnes” contenidos. Y no porque escaseen las notas o los acontecimientos lúdicos y artísticos, sencillamente, porque los medios se han dado a la tarea de contener a la cultura como una materia fría dentro de sus textos. Una cuestión que al igual que aburrida, se vuelve ajena a los intereses del lector.
Pero lo preocupante no es que la Sección Cultura (de equis periódico), mantenga una distancia abismal (en cuanto a importancia se refiere) con relación a las otras secciones de un diario; lo que verdaderamente ocupa a quienes aportamos un granito de arena en "pro" de la cultura, es la irrebatible indiferencia que existe entre la gente y el tema cultural en la vida cotidiana. A la Cultura la vemos como una materia cada vez más somera. Indolente.
¡Estamos poniendo en Jaque a la Cultura!
Basta caminar por las calles del centro histórico de la ciudad, para ser testigo de esta carencia. Vemos museos vacíos, librerías solitarias, bibliotecas abandonadas, actividades culturales sin gente. En cambio, los bares, centros nocturnos y las tiendas departamentales son las más atestadas (aún en tiempos de crisis). Definitivamente nuestra sociedad mexicana vive dentro de una burbuja mediática, materialmente utópica.
Qué podemos esperar, si los responsables de formar esta cultura en la gente, publican dentro de sus secciones, llámense de “esparcimiento, ocio, o cultura”, que Juan Luis Guerra batió record al llenar el Estadio Azteca, que Salma Hayek obtuvo nupcias con un multimillonario francés, o que Maribel Guardia será la nueva Aventurera. ¡Esto no es periodismo cultural! Es amarillismo puro, nota de espectáculo, de farándula.
La sección cultural de los periódicos no puede seguir fungiendo como una farsa donde florecen los rumores, los chismes y las intrigas. Tampoco como una etiqueta meramente tradicional. Los medios impresos deberían de estar concientes de proponer un eficaz y dinámico manejo de los contenidos culturales. Y es nuestro deber como lectores, exigir que estos temas satisfagan nuestros intereses.
La cultura puede crear masa crítica en nuestra sociedad. Sinergia. Una ciudadanía educada, con mentes limpias y beligerantes. Incorruptibles. Porque si algo falta en momentos de crisis mundial, en tiempos de depresión económica y de perturbación intelectual, como el que actualmente vivimos, es un “impacto cultural” que estreche a la humanidad y vincule naciones.
El adecuado manejo de esta erudición, sería, sin duda, un detonante preciso para México y para su libertad como nación.