María Esther Aguilar Cansimbe, reportera de la fuente policiaca de El Diario de Zamora y corresponsal del periódico Cambio de Michoacán en esa ciudad, está desaparecida desde el 11 de noviembre, y la última mención que se hace de ella es del 22 de noviembre, en El Quijote, editorial del diario Cambio de Michoacán. En el texto, el periódico "...condena y lamenta el secuestro de nuestra corresponsal en Zamora", y líneas más abajo, le atribuye al miedo y a los poderes fácticos la vulnerabilidad de quienes ejercen la profesión periodística.
Se queda corto El Quijote al incluir los poderes fácticos y el miedo como obstáculos para difundir información y hacer periodismo.
Es un hecho el carpetazo y el olvido. Es un hecho también la escasa actuación de las autoridades. Lo es también su insuficiencia y la poca o nula efectividad que demuestran. Es un hecho también el miedo a denunciar, y la mirada distraída de las instituciones encargadas de la procuración de justicia. Es un hecho la corrupción. Es una realidad el secuestro, el asesinato, la censura y el acoso a hombres y mujeres periodistas. El narcotráfico y los intereses políticos y comerciales también son una realidad.
El estado no ha cumplido con su obligación de promover, garantizar y proteger el derecho de la libertad de expresión y de información. El estado ha fallado también en garantizar la seguridad y la integridad de las personas.
El caso de María Esther Aguilar no es el primero, ni será el último. Hace 4 días, José Antonio García Apac, periodista y director del semanario "Eco de la Cuenca de Tepalcatepec", cumplió 1095 días de desaparecido, es decir, 3 años. Para quien realice una búsqueda en google, se encontrará con una nota de hace un par de días, en donde sólo se menciona el estado "estancado" de la investigación. Lúgubre y triste regalo de aniversario.
El desenlace es predecible: las notas, artículos y editoriales que hablen sobre la desaparición de una reportera Michoacana disminuirán poco a poco... La PGJ de Michoacán alargará el proceso, y con un poco de suerte no lo declarará improcedente y lo remitirá a la PGR, quien determinará la "reserva" del caso, algo así como un carpetazo (Artículo 131 del Código Federal de Procedimientos Penales)... y dentro de 1095 días, o cuando desaparezca otro periodista, las notas retomarán su caso.
El Quijote olvidó mencionar la responsabilidad de los lideres de opinión y los medios de comunicación. El sicario o el secuestrador arrebatan la vida y/o la libertad. Los medios y sus líderes de opinion, por omisión, arrebatan la posibilidad de recuperar la vida y/o la libertad. Los medios, que sólo pueden denunciar, pues no pueden hacer justicia por propia mano, se han mostrado parcos e incluso... tibios.
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