marzo 08, 2009

La ruta natural

Desorden


I. Hace dos semanas…

Un sábado por la tarde, un ciclista y un policía fueron los protagonistas de un pequeño desorden público. El ciclista paseaba acompañado de un amigo por las calles de Gante y Madero, en el centro de la Ciudad de México cuando un policía lo detuvo con el pretexto de que la precontingencia ambiental prohibía actividades al aire libre.

Se hicieron de palabras, forcejearon, al lugar llegaron más policías y se juntó un considerable número de mirones. El policía olía a alcohol.

El ciclista saco una cámara de video y comenzó a grabarlo todo. Por azares del destino, me tocó observar el percance y saqué mi teléfono celular para captar la escena. Muchas personas más hicieron lo mismo que yo: comenzaron a grabar la escena, lo que probablemente evitó que el percance pasara a mayores.

Más de media hora transcurrió desde que el policía alcoholizado se hiciera de palabras con el ciclista hasta que la turba de gente se dispersó del lugar. Curiosamente, la bicicleta fue incautada y una camioneta de la policía preventiva se la llevó, junto con el policía que comenzó con la discusión.

Imposible conseguir su testimonial, un poco difícil conseguir algunas palabras de los demás policías, sin embargo un “Estamos cumpliendo con nuestro deber de proteger a la ciudadanía” por parte de una mujer policía fue todo lo que obtuve. A pregunta expresa sobre su compañero con aliento alcohólico, la mujer se dio vuelta y comenzó a mover los brazos y a hacer sonar su silbatito para agilizar la circulación.


II. Hace una semana…

El 28 de febrero pasado, un muchacho de unos 20 años fue protagonista de un pequeño desorden público dentro de las instalaciones de la estación Hidalgo del metro. Tal vez accidentalmente chocó con un usuario quien, exaltado, comenzó a gritar y a pedir auxilio, pues había sido víctima de un robo. Era día en que millares de personas llegan a esa estación para acudir a la iglesia de San Hipólito a darle gracias a San Judas Tadeo, santo patrono de las causas difíciles.

Los policías aparecieron inmediatamente, alcanzaron al presunto delincuente y tras una breve corretiza le dieron alcance, lo amagaron con una sutil violencia controlada y lo trasladaron a la moderna caseta de vigilancia. Se hicieron de palabras, discutieron, el chavo intentó desafanarse de la situación y casi estuvo a punto de correr, pero los cuatro policías, las videocámaras y una rueda de gente que lo observaba interrumpieron sus ganas de huir.

La autoridad lo obligó a poner todas sus cosas en el escritorio, el joven sacó una cartera, un llavero y uso papeles y los depositó en el lugar indicado. Para bien o para mal, afortunada o desafortunadamente, el acusador no estaba por ningún lado, y el acusado, con cierto dejo de frustración en su mirada, permaneció detenido.

Ya afuera del metro, entrevistando a los visitantes, Miguel Sánchez me dijo que iba a San Juditas porque gracias a el salió del reclusorio. El santo y la ley lo absolvieron de un robo a mano armada.

III. Apenas antier…

Como consecuencia de un conflicto verbal entre automovilistas y trabajadores de las obras de aplicación de concreto hidráulico en el Circuito Interior, tres trabajadores resultaron heridos, y de ellos, Daniel Barrera Arellano, topógrafo de 28 años, falleció por un balazo en el costado izquierdo del pecho apenas hace unas horas. Estuvo en el lugar y en el momento menos indicado. Ellos, los asesinos, aún siguen libres a pesar de que las averiguaciones previas y la investigación policial han arrojado retratos hablados y han logrado ubicar a la camioneta en la que se trasladaban quienes balearon a Daniel Barrera.

El jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubón, aseguró que se hará justicia y que el mismo gobierno de la ciudad apoyará en todo lo posible a la familia del hoy occiso.

Apenas ayer también se daba la noticia de la dimisión del ahora ex Secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, quien fuera protagonista de un pequeño desorden político que le costó el puesto. Sin embargo, el precio fue relativamente bajo: ahora es asesor económico de Felipe Calderón.

San Felipe de Jesús y un aparato político visiblemente defectuoso lo absolvieron de toda culpa.


IV. Mañana…

Los conflictos y desórdenes seguirán, algunos estarán en boca de todos, algunos otros no se sabrán jamás.

La controversia sobre mantener o no el cobro de la tenencia, el Senado de la República pidiéndole al gobierno que intervenga en el caso Banamex, la dudosa e ineficiente guerra contra el narcotráfico, los miles de millones de dólares que el Banco de México ha venido subastando sin que la situación financiera mejore, la eterna discusión, reavivada hoy con la declaración de Felipe Calderón sobre la culpabilidad de los drogadictos norteamericanos en el aumento del narcotráfico... son sólo algunos de los “desórdenes” que están en boca de todos… para pasar al olvido y al carpetazo en unos días en el país del eterno olvido.

Usted, apreciado lector… ¿prefiere darle carpetazo a los problemas que nos afectan a todos por igual, o, en cambio, como el ciclista, prefiere alzar la voz y, por lo menos, poner en evidencia a un policía ineficiente y a un sistema igualmente deficiente?

Desde la redacción,
Ocelote.

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